domingo, 26 de octubre de 2008

Petrer

  • Castillo de Petrel

NOMBRE: Castillo de Petrer
nº de Identificación: --
MUNICIPIO: PETRER
ALTITUD: 460 m s.n.m.
COMARCA: MEDIO VINALOPÓ
EMPLAZAMIENTO: Cerro Testigo
TIPOLOGIA: Castillo Medieval Militar
CLASIFICACION CULTURAL: Islámico almohade – Bajomedieval
ESTADO DE CONSERVACION: Bueno – Restaurado
DATOS HISTORICOS: Se describen a continuación
FOTO: Cortesía del Excm. Ajuntament de Petrer.


BIBLIOGRAFIA:
Azuar Ruiz, R. (1981): Castellología Medieval Alicantina: Área Meridional, Instituto de Estudios Alicantinos, 12, Alicante.
Navarro Poveda, C. (1993): Graffitis y signos lapidarios del castillo de La Mola (Novelda) y del castillo de Petrer, Ayuntamiento de Novelda.
Navarro Poveda, C. (2001): “Castillo de Petrer” en Segura Herrero, G. y Simón García, J.L., Castillos y torres en el Vinalopó, Col.lecció l’Algoleja, 4; Centre d’Estudis Locals del Vinalopó, Petrer, pp. 125-132.

SITUACION: El Castillo de Petrer se encuentra en el núcleo urbano, junto a la autovía A-31, entre los términos municipales de Sax, Elda y Novelda. El mismo es fácilmente visible desde la autovía, ya que ésta lo bordea, y se alza sobre la cima de un pequeño montículo que domina el centro histórico de la población. Desde el castillo se tiene una privilegiada vista del valle medio del Vinalopó, pudiéndose observar los castillos y poblaciones de Sax, Elda, Monóvar y La Mola de Novelda.

ACCESO: El acceso a la fortaleza se realiza a pie aunque excepcionalmente se puede acceder con vehículo. En este último caso se puede llegar justo hasta la puerta del castillo subiendo por la parte del barrio de Hispanoamérica, mientras que a pie se accede callejeando desde la zona de la Plaça de Baix, donde está el Ayuntamiento, la Iglesia Parroquial y el Museo Arqueológico y Etnológico “Dámaso Navarro” por las calles de marcado trazado medieval.

La visita al castillo es guiada, por lo que es necesario ponerse en contacto con el personal del Museo Municipal (966 98 94 00 – ext. 57).

RESTOS: Su planta tiene forma poligonal adaptada al relieve geográfico. Es una fortificación formada por dos recintos: el inferior que queda delimitado por un lienzo de tapial sobre zócalo de mampostería con el refuerzo de tres cubos, uno semicircular y dos cuadrangulares conservados parcialmente, a excepción del cuadrangular ubicado en la parte central del lienzo que corre por la vertiente Sur de la loma, cuya base fue reforzada con sillería en el siglo XIV, en época bajomedieval cristiana.
Salvando un desnivel de unos cinco metros se asciende al segundo recinto amurallado que es la alcazaba propiamente dicha. De planta poligonal su factura es de mampostería y sillería encadenada en las esquinas, su ingreso principal en altura se sitúa al mediodía, defendido por un balcón amatacanado. En el lado Norte del castillo se localiza una poterna con vano de medio punto como el de la puerta principal.
En el interior, a la izquierda del ingreso, se sitúa una gran sala con bóveda de medio cañón de mampostería, iluminada por tres aspilleras, dos en el flanco Sur y una en el Noroeste. Al Noreste se levanta la torre de planta cuadrangular de fábrica de tapial, con tres niveles de altura sin comunicación directa entre ellas. La sala inferior abovedada era el antiguo aljibe, con la reforma realizada en el siglo XIV se abre un ingreso por la parte del mediodía, pasando a ser utilizada como recinto carcelario, conservándose todavía los grafitos dejados por los individuos allí encerrados.
El acceso a las plantas superiores se realiza por el lado noroeste y por una escalera volada al exterior, estando su remate almenado.
En la parte central de la explanada del castillo las excavaciones arqueológicas permitieron sacar a la luz un conjunto de once habitaciones perfectamente delimitadas por estructuras murarias, con vanos y puertas, con espacios abiertos de distribución.
Se identificaron dos niveles culturales, el inferior islámico con una cronología entre mediados del siglo XII, primera mitad del XIII, con un registro de material cerámico como ataifores, candiles, marmitas, jarras pintadas en manganeso, tinajas estampilladas, dados y amuletos, entre otros objetos de bronce. El nivel superior se asocia al periodo bajomedieval cristiano, al que corresponden la mayor parte de las estructuras domésticas aparecidas así como un conjunto importante de material cerámico, numismático, metálico y faunístico. Ajuar cerámico, como escudillas con decoración en reflejo metálico, en verde y morado de Paterna, jarritas con decoración geométrica en manganeso, ollas y cazuelas vidriadas en tono melado, tinajas con decoración de bandas en relieve, entre otras piezas de cerámica común y de cocina, que por sus características morfológicas y tipológicas nos sitúan en un periodo cronológico que abarcaría entres finales del siglo XIII y el siglo XVI

HISTORIA: No conocemos la fecha exacta de la conquista del castillo pero sabemos que el 20 de agosto de 1258, Alfonso X, instituye un mayorazgo a favor de García Jofré de Loaysa, hijo de Jofré de Loaysa a quien el rey castellano había dado Petrer con sus tierras y castillo, desplazando a la población sarracena a la medina situada a los pies de la fortaleza.
La familia Loaysa, de origen francés, estaba vinculada a la corona aragonesa a través del monarca Jaime I, de quien habían recibido varias donaciones territoriales en el reino de Valencia, pero al contraer matrimonio doña Violante con el infante don Alfonso, Jofre de Loaysa y su esposa Jacometa pasan al servicio del futuro rey castellano. La lealtad mostrada por Jofré y sus descendientes hacia la monarquía castellana fue recompensada con la concesión de tierras y castillos tanto en Petrer como en Jumilla, Murcia, Cartagena y Sevilla, ocupando cargos de la más alta consideración palaciega como era el de gran privado y copero mayor del rey Alfonso X, siendo su hijo García Jofré de Loaysa nombrado Adelantado Mayor del Reino de Murcia, concediéndole en señorío haciendas y casas en la huerta murciana, conservando en heredad la baronía de Petrer hasta las primeras décadas del siglo XV.
La situación estratégica del castillo, dominando todo el valle de Elda, es un elemento fundamental para que la fortaleza sea habitada tras la conquista cristiana, por el alcaide y por una pequeña guarnición, controlando tanto las vías de comunicación como a la población mudéjar, a la que se le reconocía el derecho a usar su lengua, su religión, usos y costumbres propias de su comunidad, sin embargo la nueva ordenación territorial les deja sin la posesión de la tierra que ahora cultivarán en régimen de vasallaje.
El evidente malestar de la población sarracena de Petrer en los años siguientes de la conquista se ve materializada en la ocupación de la fortaleza en 1264, uniéndose al levantamiento general protagonizado por los sarracenos del reino de Murcia. El hecho de la pronta ocupación del recinto fortificado, nos hace pensar que el castillo estaba falto de defensas y que su guarnición y población cristiana sería poco numerosa.
Dueños nuevamente los sarracenos del castillo, eran conscientes de sus escasos recursos defensivos para poder enfrentarse al ejercito de Jaime I, formado por caballeros de las órdenes militares, ballesteros y máquinas de guerra, por ello optaron por la rendición pactada con la finalidad de evitar que se tomasen represalias contra la población sublevada, al mismo tiempo que conseguir la promesa de poder continuar con sus prácticas religiosas, usos y costumbres. Peticiones que fueron atendidas por Jaime I, pues el monarca aragonés no había entrado en tierras castellanas en campaña de conquista propia, sino atendiendo la petición de ayuda de su yerno Alfonso X, ocupado en esos momentos en tierras sevillanas, por consiguiente el castillo y tierras de Petrer eran devueltas a la corona castellana volviendo de nuevo a Jofré de Loaysa.
La conquista y pacificación del reino de Murcia, lograda por Jaime I, dejó descontenta tanto a la nobleza aragonesa al no verse beneficiada en el reparto de tierras, como a la población cristiana que consideraba excesivo el reconocimiento dado a los sarracenos, pero ello era debido esencialmente al importante contingente de población mudéjar existente en el Vinalopó. Por tal motivo, Jaime I aconsejaba a su homónimo castellano que no demorase la consolidación de algunas fortalezas asignándoles una buena guarnición, aunque la repoblación era lo más aconsejable, es decir, favorecer a través de donaciones el asentamiento estable de población cristiana para contrarrestar el peso de la población sarracena en permanente contacto con el reino nazarí de Granada.
Sin embargo, la tranquilidad duró poco, en Castilla el infante Sancho se rebela contra sus sobrinos los infantes de la Cerda, defendiendo su derecho al trono, viéndose implicado el reino murciano plenamente en la disputa al ofrecer éstos a Jaime II, las tierras del antiguo reino de Murcia a cambio de su ayuda y reconocimiento como herederos del reino de Castilla.
Por este motivo en 1296 las tierras meridionales de la actual provincia alicantina se ven nuevamente ocupadas por las huestes aragonesas. Tras la costosa toma del castillo de Alicante, se cercó la ciudad de Elche, mientras otra parte del ejercito ocupaba los castillos y tierras fronterizas de los valles del Vinalopó como eran Villena, Petrer, Elda, La Mola, Aspe, Crevillente, etc. En agosto de 1296 Jaime II se había apoderado de Murcia, aunque no todos los tenentes y señores de los castillos le habían reconocido en vasallaje. Concretamente, Juan García de Loaysa, señor del castillo de Petrer, recibe numerosas misivas firmadas por Jaime II, instándole a que le reconozca como su señor natural, con la amenaza de confiscarle todos su bienes. Finalmente el 4 de junio de 1296, Jaime II confirma a Juan García de Loaysa la posesión de Petrer, sus tierras y castillo, tal y como habían hecho sus antepasados.
Tras la firma del Tratado de Torrellas (1304), y posterior Pacto de Elche (1305), la línea de frontera entre la Corona de Aragón y la Corona de Castilla queda definitivamente marcada, quedando territorialmente configurado el reino de Valencia en los límites prácticamente actuales.

Será en estas primeras décadas del siglo XIV, cuando en el castillo se realizan una serie de obras importantes destinadas a reforzar sus maltrechos muros, reforzándose la sillería el cubo cuadrangular del lienzo de su vertiente sur, al igual que parte de los muros del recinto superior de la fortaleza con los matacanes y la poterna. Junto al alcaide permanecerá en el castillo una pequeña guarnición provista de armaduras, lanzas, ballestas y proyectiles de piedra, elementos aunque fragmentados han sido encontrados en las excavaciones de la explanada del recinto fortificado, que serían utilizados en la defensa del castillo. No olvidemos que este territorio quedaba casi en la línea de frontera entre los dos reinos cristianos, quedando muy próximo a la frontera nazarí de Granada.

No se llegó a un enfrentamiento directo con Granada pero sí volvieron las hostilidades entre las monarquías cristianas, siendo estas tierras nuevamente azotadas en el transcurso de la guerra denominada de los Dos Pedros (1356-1366), entre Pedro I de Castilla y Pedro IV de Aragón. Recordemos que fue Castilla la que a mediados del siglo XIII conquistó el reino musulmán de Murcia y que el territorio comprendido en el valle medio del Vinalopó, por la Sentencia de Torrellas de 1304, pasó a la Corona de Aragón, por ello no debe sorprendernos que los reyes castellanos intentaran recuperar estas tierras que le daban salida al litoral mediterráneo en la primera oportunidad que se les presentaba. A su favor tenían que contaban con el beneplácito de amistad de algunos señores como era el caso de Petrer que pertenecía a la familia Loaysa, siempre dispuesta a apoyar a la monarquía castellana, en vano de ella había recibido importantes donadíos.

Las intrigas de la nobleza tampoco eran ajenas a este conflicto, al declararse el infante Fernando de Aragón, señor de Elda, Novelda, La Mola y Aspe, partidario de Pedro I denominado el Cruel, desde el corredor del Vinalopó salen jinetes, lanceros y ballesteros en cabalgadas hacia Biar, Jijona, Monóvar y Jumilla. La firma de una tregua entre los dos monarcas en 1357, propicia el acercamiento del infante don Fernando al rey aragonés. Pedro IV le aseguraba la posesión de sus tierras y bienes mientras que éste le juraba fidelidad y vasallaje. Nuevamente los castillos y tierras del Vinalopó entraban en la órbita de Aragón a excepción de la importante fortaleza de Petrer, de ahí que Pedro IV el 10 de mayo de 1358, se dirija a través del infante don Fernando a García Jofre de Loaysa pidiéndole su no intervención a favor del rey de Castilla, a cambio le respetaría sus bienes, pero García Jofre no aceptó la misiva por lo que el Ceremonioso en los primeros días del mes de enero, ordenó al señor de Orihuela que atacase y tomase el castillo de Petrer.
Corría el rumor de un nuevo ataque castellano y con ese fin a mediados de abril de 1359 llegaron al castillo de Petrer cien hombres a caballo al mando de García Jofre de Loaysa, pero a decir de los investigadores documentalistas, sin saber la causa a los pocos días éste se presentaba ante el infante don Fernando prestándole juramento de fidelidad y poniendo su ejercito al servicio de Aragón en contra del rey de Castilla.
El 4 de mayo de 1359 Pedro IV, ratifica los capítulos signados entre el infante don Fernando y García Jofre de Loaysa reconociéndose vasallo del rey de Aragón. Sin duda para Pedro IV era importante que Petrer dejara de ser feudo castellano, ya que estratégicamente este castillo era la pieza clave para el control y defensa del corredor del Vinalopó.
La importancia estratégica del recinto fortificado de Petrer queda nuevamente evidenciada cuando en junio de 1362 se ordena a don Alfonso, primer conde de Denia, se haga responsable de mandar quince ballesteros al castillo, para evitar que éste cayera en manos enemigas.
Junto al acopio de armamento como eran arcos, ballestas, lanzas y escudos también se aprovisiona el castillo de viandas en previsión de un ataque o asedio, se almacenaba sal, vinagre, queso, habas, guisantes, tocino, cerdo salado y tripa de buey entre otros productos que componían la comida básica de la población en la baja Edad Media.
A pesar de la firma de Paz de Murviedro en 1363, no finalizan los enfrentamientos entre los dos reinos cristianos, pues del descontento del infante don Fernando y sus nuevas intrigas que desembocan en su propio asesinato con el beneplácito de su hermano el Ceremonioso, es aprovechado por el rey castellano para entrar nuevamente con sus tropas en el Vinalopó.
Probablemente el cansancio de los alcaides y bailes de los castillos y poblaciones de Petrer, Elda y Aspe, ante los continuos cambios de sus señores territoriales, fuera la causa de que se rindieran estas plazas a Pedro I de Castilla, evitando así una nueva lucha, quedando nuevamente todo el territorio del sur del reino valenciano, a excepción de Orihuela, controlado militarmente por las tropas castellanas. Pero la llegada de tropas mercenarias en ayuda del rey aragonés y las intrigas en la corte castellana que llegan a destituir e incluso a asesinar a Pedro I en favor de Enrique II de Trastámara, propicia que todo el territorio sur valenciano vuelva definitivamente a quedar bajo la soberanía aragonesa.
Normalizadas las relaciones entre ambas coronas. García Jofré de Loaysa es confirmado como señor de la baronía de Petrer, mientras que los valles de Elda y Novelda con el castillo de La Mola son dados al noble bretón Bertrand Dugesclin.
A modo de conclusión, la situación estratégica del castillo de Petrer le ha configurado a través del tiempo un papel importante en el control y defensa de la vía de comunicación y línea de frontera entre los reinos cristianos de Aragón y Castilla. En los años inmediatos a la conquista cristiana, Petrer, sus tierras y castillo fueron entregados en tenencia a Jofré de Loaysa instituyéndose, prontamente, en 1258 un mayorazgo a favor de su hijo García Jofre de Loaysa, manteniéndose, a pesar de todas las vicisitudes y convulsiones políticas de los siglos XIII y XIV, bajo el señorío de ésta familia hasta que en las primeras décadas del siglo XV, la baronía de Petrer pasa a la corona aragonesa al no tener descendencia directa Leonor de Loaysa casada con Juan de Rocafull.
En 1431, Ximén Pérez de Corella, futuro conde de Cocentaina compra a doña Violante, mujer de Juan II, las tierras y el castillo de Petrer, quien ya poseía Elda y Aspe. Bajo los condes de Cocentaina el castillo de Petrer sufre una importante reforma, el área doméstica del primer recinto es abandonada, mientras que en interior de la alcazaba se reforman algunas de sus dependencias, se construye una capilla dedicada a Santa Catalina, un aljibe y se adecua la sala inferior de la torre cuadrada para hacer la función de mazmorra, recinto carcelario que todavía conserva en sus deterioradas paredes los grafitos dejados por los prisioneros allí encerrados, algunos de ellos moriscos.
En definitiva, la formación y consolidación de nuevos señoríos durante el XV configura una nueva estructuración territorial que lleva a determinar nuevas funciones para las fortalezas que jalonan el Vinalopó, unas se transforman en castillos señoriales al ser residencia habitual sus señores feudales, otros como es el caso de Petrer sin perder su función estratégica al dominar todo el valle medio del Vinalopó, alberga al alcaide junto a unos cuantos guardianes, quedando unas estancias destinadas al señor territorial, que será primero el conde de Cocentaina y a partir del siglo XVI el conde de Elda.
A partir de finales del siglo XV, principios de XVI, el castillo prácticamente ha perdido su principal función de control de la población morisca asentada en las faldas del castillo, por lo que es abandonado, aunque nominalmente todavía en el siglo XVII, se nombren alcaides para la custodia del mismo.
En el siglo XVIII, durante la Guerra de Sucesión, el castillo dio albergue al ejercito francés, Petrer junto con otras poblaciones de la Hoya de Castalla apoyó a Felipe V, quien le concedió el título de Muy Leal y Fiel Villa.
El conde de Cervellón, heredero de las posesiones del conde de Elda, mantuvo el señoría de Petrer hasta el siglo XIX, en que fue decretado la abolición de los señoríos por las Cortes de Cádiz.
Con posterioridad la fortaleza pasó al obispado de Orihuela, organismo que cedió la propiedad al Ayuntamiento de Petrer, en 1968. A partir de 1974 se inician las sucesivas fases de restauración, acabadas diez años más tarde. En febrero de 1983 el castillo fue declarado Monumento Histórico Artístico de Interés Nacional. Con todo ello se recuperaba un elemento histórico patrimonial de primer orden para deleite y disfrute de la población.

CURIOSIDADES: La parte inferior de la torre del castillo fue en su origen un aljibe para proveer del agua de lluvia a los vigías musulmanes, pero en el siglo XV este aljibe se transformó en un calabozo donde los prisioneros cristianos y moriscos realizaban sus grabados y dibujos en las paredes. Éstos son de temática religiosa, cinegética, geométrica y epigráfica, con una cronología que arranca en el siglo XV y perdura hasta el siglo XVI, aunque también hay escritos e incisiones de principios del siglo XX. Estos grafitos se han restaurado y conservado in situ en la intervención patrimonial llevada a cabo en el año 2008.
En torno al 18 de noviembre se celebra en el castillo y su explanada el acto teatral de “La Rendició”, obra escrita por Francisco Máñez que conmemora la toma del Castillo de Petrer por las tropas de Jaime I el Conquistador en 1265.
  • Els Castellarets

NOMBRE: Els Castellarets
nº de Identificación: --
MUNICIPIO: PETRER
ALTITUD: 851 m s.n.m.
COMARCA: MEDIO VINALOPÓ
EMPLAZAMIENTO: Montaña
TIPOLOGIA: Poblado
CLASIFICACION CULTURAL: Islámico Califal
ESTADO DE CONSERVACION: Malo – Apenas se aprecian muros en superficie.
DATOS HISTORICOS: Se describen a continuación.
FOTO: Cortesía del Excm. Ajuntament de Petrer.

BIBLIOGRAFIA:
Azuar Ruiz, R. (1983): “Panorama de la arqueología medieval de los valles alto y medio del Vinalopó (Alicante)”, Lucentum, II, pp. 349-383, Universidad de Alicante, Alicante.
Navarro Poveda, C. (1988): Petrer islámico, Ayuntamiento de Petrer.

SITUACION: Yacimiento arqueológico situado en la zona montañosa del término municipal de Petrer, concretamente en la partida de Rabosa. Junto con la Silla cierran por el este el pequeño valle de l’Almadrava, controlando el paso hacia el litoral por Agost, en dirección oeste, el valle tiene su salida por la rambla de Puça, que a su vez lo pone en comunicación con la población de Petrer y con el valle Medio del Vinalopó. Esta situación convierte a Castellarets en un punto eminentemente estratégico al estar visualmente comunicado con los castillos de Alicante, Petrer y el valle del Vinalopó.

ACCESO: Su acceso se realiza por el camino de la Almadraba y por la partida de Rabosa.

RESTOS: El yacimiento posiblemente conserve intactos los niveles arqueológicos, apreciándose restos de una posible línea de muralla en el flanco norte, única zona que no tiene defensa natural.

HISTORIA: Se han recuperado materiales arqueológicos procedentes de prospecciones y sondeos realizados en la década de los sesenta y setenta por el Grupo Arqueológico Petrerense, después denominado Grupo Arqueológico “Dámaso Navarro”, que dan una cronología al yacimiento del periodo tardorromano (a partir del siglo V dC.) y del periodo califal-taifal (finales s. X – principios s. XI)

CURIOSIDADES: ---
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Sax

  • Castillo de Sax
NOMBRE: Sax
nº de Identificación: --
MUNICIPIO: SAX
ALTITUD: --
COMARCA: ALTO VINALOPÓ
EMPLAZAMIENTO: Peña
TIPOLOGIA: Castillo Medieval Militar
CLASIFICACION CULTURAL: Islámico Taifal
ESTADO DE CONSERVACION: Bueno
DATOS HISTORICOS: --
BIBLIOGRAFIA: --

SITUACION: Sax se encuentra por la carretera nacional a Madrid entre Petrel y Villena. El castillo, fácilmente visible desde la carretera, se alza sobre una escarpada montaña dominando la población que queda al sur.

ACCESO: Existe una carretera que conduce hasta el mismo castillo. Sin embargo, el tramo que lleva al baluarte suele estar cerrado por una valla, siendo necesario continuar a pie los últimos 150 metros. No obstante, la subida es fácil, alcanzando la fortaleza en pocos minutos.

RESTOS: Restaurado en la actualidad, el castillo de Sax se encuentra en excelentes condiciones. Su planta, que sigue la configuración de la roca sobre la que se alza y mide unos 1.500 metros cuadrados, es alargada y estrecha. La puerta de ingreso ésta situada al noroeste, dando acceso al interior, donde se hallan el patio, sala de armas, torre del Homenaje y otra pequeña torre cuadrada. Esta última torre, en el extremo este, es de fabricación romana.

Aproximadamente a 30 metros de ésta torre se halla la torre del Homenaje, de época árabe. Su planta, mide 10 metros por 13 y sus muros tienen un espesor de 3 metros. Existen dos puertas de entrada a ésta torre, una al este y otra al oeste, enfrentadas, se comunican por un pasadizo con bóveda de cañón seguido. La puerta de la cara este de la torre es de medio punto al exterior y rebajada por dentro. La otra, muy semejante a la primera, daba acceso a una pequeña plataforma, aunque hoy se encuentra cerrada por rejas. Dentro del pasadizo que comunica las dos puertas, se halla una tercera puerta que da acceso a una estancia compuesta de planta baja con suelo de madera y subterráneo. Antes de llegar a ésta dependencia, a mano derecha, arrancan las escaleras que conducen a las plantas superiores. Esta escalera es de tres tramos con descansillos en sus ángulos, iluminada por aspilleras. Existe un cuarto tramo de escaleras que lleva a la terraza, en lo alto de la torre.

La primera planta es una gran sala con bóveda semiabierta, de cañón seguido. Aquí existen tres grandes ventanas, una que mira hacia el oeste, otra mirando hacia el sur y la última orientada hacia el este. En el muro del norte existe una puerta que da acceso a una pequeña estancia y al último tramo de escaleras que da acceso a la cima de la torre que es almenada, al igual que los muros que anillan el recinto.

En el extremo oeste del castillo existía un pequeño baluarte que defendía ésta zona de la fortaleza.

HISTORIA: Fueron los Romanos quienes levantaron las primeras defensas y fortificaciones de este castillo rocoso. Algunos historiadores han atribuido el nombre latín de "Saxum", que equivale a "Peña" o "Peñasco", a este lugar aunque la teoría más aceptada fija la población romana de "Saxum" o "Saxona" a la ciudad de Jijona. En cualquier caso, fueron los árabes, en el año 716, quien se harían dueños de muchos de los pueblos de estas tierras, entre ellos Sax, ampliando y remozando las antiguas estructuras.

Tras la conquista de la ciudad de Valencia en 1238, varios caballeros catalanes y aragoneses se juntaron con sus huestes para llevar la conquista a otras tierras. Entre ellos se encontraban el infante Fernando, tío de Jaime I "el Conquistador", Pedro Cornel y Rodrigo de Lizana, todos ellos liderados por Ramón Folch. En mayo de 1239 intentaron tomar Villena y su castillo, fracasando debido a la feroz oposición de los defensores musulmanes ahí afincados. Retirándose, se fueron hacia Sax, cuyo castillo pretendían conquistar.

Habiendo tomado ya gran parte de la población, se prepararon para asidiar el castillo. Fue entonces cuando uno de los defensores de la fortaleza lanzo una gruesa piedra contra los atacantes cristianos, cayendo justamente sobre la cabeza de Artal de Alagón, hijo de Blasco de Alagón, conquistador de Morella. Artal murió en el acto, lo que causo que los cristianos abandonasen el combate y, recogiendo el cadáver, se retirasen y volviesen a Valencia, lugar donde fue enterado el fallecido caballero.

Algunos meses más tarde, salio otra expedición para intentar tomar los castillos de Villena y Sax. Esta vez comandaba las huestes, formadas por caballeros de la Orden de Calatrava y almogávares, el comendador de Alcañiz. Tras dos furiosos intentos, lograron tomar el castillo de Villena las fuerzas cristianas. Mientras, Ramón Folch consiguió derrotar los defensores de Sax y hacerse con el castillo. Jaime I ordenó que ambas poblaciones fuesen retenidas por las fuerzas aragonesas para entregarlas al rey de Castilla, a quien pertenecían según los pactos acordados.

La integración de Sax a Castilla se confirmo con el Tratado de Almizrra, firmado entre el rey aragonés Jaime I y su yerno Alfonso X el Sabio de Castilla, pasando a formar parte del señorío de Villena, perteneciendo al infante Manuel.

Paso sucesivamente a Juan Manuel, hijo de dicho infante, Juana Manuel, al infante Alfonso de Aragón, a la corona de Castilla por una anexión llevado a cabo por Enrique II a la hija de Enrique III, esposa del hijo de Fernando de Antequera y después nuevamente al patrimonio real.

Durante la guerra de los dos Pedros entre Pedro I "el Cruel" de Castilla y Pedro IV el Ceremonioso de Aragón, se detuvo este primero en el castillo de Sax para descansar a sus huestes, superior a los 16.000 hombres, que venían a marchas forzadas para defender a Orihuela.

Durante la guerra de la Sucesión, Sax perteneció fiel a la causa borbónica, refugiándose en su castillo los que huían de las tropas del archiduque Carlos de Austria, que lograron ocupar Sax cuando se dirigían hacia Almansa en 1707. No obstante, los que se encontraban refugiados en la fortaleza no se rindieron. Tras el fin de la guerra, la población de Sax fue premiada por Felipe V con los títulos de Muy Noble y Leal.
  • La Casa Selva

NOMBRE: Casa Selva
nº de Identificación: --
MUNICIPIO: SAX
ALTITUD: --
COMARCA: ALTO VINALOPÓ
EMPLAZAMIENTO: Llano
TIPOLOGIA: Casa Fuerte
CLASIFICACION CULTURAL: Moderno Siglo XVI
ESTADO DE CONSERVACION: --
DATOS HISTORICOS: --
BIBLIOGRAFIA: --

  • La Torre
NOMBRE: La Torre
nº de Identificación: A/008
MUNICIPIO: SAX
ALTITUD: --
COMARCA: ALTO VINALOPÓ
EMPLAZAMIENTO: --
TIPOLOGIA: Torre Atalaya
CLASIFICACION CULTURAL: Islámico Indeterminado
ESTADO DE CONSERVACION: --
DATOS HISTORICOS: --
BIBLIOGRAFIA:

- AZUAR RUIZ, Rafael.- "Panorama de la Arqueología Medieval de los Valles Alto y Medio del Vinalopó". Lucentum II. Alicante, Universidad, 1983.
- CASCALES, Francisco.- Discursos históricos de la ciudad de Murcia y su Reino. 4ª ed., Murcia, Academia Alfonso X el Sabio, 1980. 677 pp. (La 1ª ed. es de 1621).
- ESCOLANO, Gaspar de.- Décadas de la Historia de Valencia. Valencia, 1972. 6 volúmenes.
- GUITART APARICIO, Cristóbal.- "Odres viejos. Ensayo de clasificación de los castillos españoles". Castillos de España. Nº 99, marzo 1992. pp. 55-62.
- LLOBREGAT CONESA, Enrique A.- "Castillos y fronteras medievales en la provincia de Alicante". Ilucant. Alicante, Instituto de Cultura "Juan Gil-Albert", 1991. pp. 463-466.
- OCHOA BARCELO, Francisco.- "Las mansiones "Ad Aras" y "Ad Turres" de la Vía Augusta". Sax, Revista de Fiestas de Moros y Cristianos, 1994. pp. 116-121.
- PIQUERAS HABA, Juan.- La organización histórica del territorio valenciano. Valencia, C.O.P.U.T., 1992. 149 pp.
- PONCE HERRERO, Gabino.- "Residuos de catastro romano en Sax". Investigaciones Geográficas. Nº 1, 1983. pp. 199-208.
- QUILES CALERO, Inmaculada et al.- "Estudio y análisis metrológico de las torres construidas con la técnica del tapial en el Vinalopó". Fortificaciones y castillos de Alicante. Valles del Vinalopó (Petrer, 1991). Petrer, Caja de Crédito, 1994. pp. 227-249.
- RELACIONES TOPOGRAFICAS MANDADAS HACER POR FELIPE II (AÑO 1575). Relación de Sax. Transcripción de Francisco Ochoa Barceló. Sax, Ayuntamiento, 1970. 77 pp.
- SOLER GARCIA, José María.- "Romanos en Sax". Sax, Revista de Fiestas de Moros y Cristianos, 1976.
- VAZQUEZ HERNANDEZ, Vicente.- "La Torre". El Puente. Sax, Nº 0, diciembre 1991.



- VAZQUEZ HERNANDEZ, Vicente.- "La Torre: Un ejemplo de torre vigía en la frontera entre los reinos de Valencia y Murcia junto a la via Augusta a su paso por Sax (Alicante)". Castillos de España. nº114, junio 1999.



DESCRIPCION Y CARACTERISTICAS

La Torre es el nombre de un paraje, y de una finca del término municipal de Sax, situado a 580 metros de altitud, a 5 kilómetros al NE de la villa, junto a la rambla de la Torre, corriente fluvial de aguas discontinuas que se forma en el término de Sax por la unión de varios barrancos en la vertiente SO de la sierra de Peñarrubia. Recoge las aguas de esta sierra y las del Fraile y Argueña. Corre en dirección SO hasta desembocar en el río Vinalopó por su margen izquierda frente a la peña de Sax.
Su ubicación exacta (Cartografía Militar Española, 846 Ibi, E. 1:50.000) es de 0º 47' 30'' Longitud Oeste y 38º 34' 44'' Latitud Norte.
El paraje, la finca y la rambla toman el nombre de un pequeño torreón cuadrado (4.85 x 4.85 metros), de obra de mampostería trabada con cal, ubicado en lo alto de un cerro de 620 metros de altura que vigila el Camino de los Valencianos, vía natural de comunicación entre el Alto y Medio Vinalopó a través del puerto de Biar.
La técnica de construcción es de tapial, con la base de mampostería y con un encofrado de tierra y gravas, apisonadas a bandas con soporte de vigas de madera que al descomponerse dejan los clásicos agujeros llamados mechinales. Las partes externas fueron revestidas de mortero de cal.
Rafael Azuar supone al torreón de fines de época musulmana, y más probablemente, por su factura, de cronología cristiana, ya a fines del siglo XIII. Similar a la construcción más antigua del castillo de Sax, formada por la torre de tapial y el aljibe, que corresponde por sus características de factura y forma a los castillos realizados en época almohade y, por tanto, coétanea a sus vecinas Villena, Biar y Bañeres. El castillo de Sax es una fortaleza cuya función militar perduró durante muchos siglos, por su situación estratégica, al estar ubicado sobre una cresta rocosa con una altitud de 550 metros sobre el nivel del mar, con escarpadas pendientes por su cara norte, situado en la frontera entre Castilla y Aragón, lo que le permitía tener un amplio dominio del territorio y de las vías de comunicación entre Castilla y el Reino de Valencia.
Es también de las mismas características que la Torreta (Elda), situada en lo alto del monte del mismo nombre, donde existe una torre de planta cuadrada (5 X 5 metros), de tapial, que conserva en su parte más íntegra una altura de 2 metros, aunque tendría una altura superior a los 7 metros. Se trata de una torre atalaya, sin una cronología precisa, ya que estas torres de tapial se siguieron construyendo en época cristiana.
La Torreta ha sido una atalaya de gran importancia estratégica, pues desde ella se ven los castillos de Villena, Sax, Petrel y Elda, así como parte de Monóvar y Novelda. La Torreta sirvió de enlace entre Elda y Sax, ya que la Sierra de la Torreta interrumpía la visibilidad entre ambos castillos. Al mismo tiempo contralaba el acceso sur al valle de Sax, llegando en algunos momentos a ser un puesto fronterizo entre los Reinos de Castilla y Aragón.
Ambas torres controlaban los movimientos de tropas y en caso de peligro inminente se comunicaban con todos los castillos cercanos mediante espejos, señales de humo y hogueras nocturnas. Cumplieron una importante misión vigilante en la sublevación mudéjar de 1265 contra Alfonso X y en la Guerra de los dos Pedros (1356-1370).
La Torre es una atalaya de vigilancia de época almohade, de planta cuadrada, construida con la técnica del tapial, que estaría en conexión con el castillo de Sax y vigilaría a otra torre que existía en la ladera de la sierra de la Argueña, en el término municipal de Castalla (mapa 2), de la que todavía se conservan restos (Casa la Torreta, que conservó la torre hasta los años setenta de este siglo, en que fue demolida, excepto la base).
En el cabezo sobre el que está situada La Torre quedan restos del antiguo camino que conducía hasta la misma, como se puede apreciar en la fotografía anterior.
A su lado hay estructuras murarias que posiblemente correspondan a dependencias de almacen y corrales. La altura máxima de la torre que se conserva en una esquina mide 2`10 metros. Se observa una cimentación a base de grandes piedras de forma irregular, que mide 1 metro de altura. El mortero es de cal, arena y grava, e incluye piedras de diferentes tamaños. Los restos de la torre están rodeados de material de relleno, sobre todo en las caras este y sur, procedente de la destrucción de sus muros y dependencias.

ANALISIS METROLOGICO

El tapial se define como el conjunto de dos tableros que, sujetos con los costales y las agujas, se colocan verticales y paralelos para formar el molde en el que se hacen las tapias. Puede existir tapial de tierra, tapial de mortero y tapial de mampuestos, con todas las posibilidades intermedias.
En la cara Este hemos podido medir la distancia entre los mechinales que sostenían las cajas de tapial, que es de 70 centímetros, con una altura en la cara Sur de 90 centímetros. El grosor del muro es de 85 centímetros y su planta cuadrada tiene las siguientes medidas: 5`60 x 5`60 metros. Con estas características metrológicas y aplicando la relación 2 que establecen para las torres del Vinalopó Quiles Calero y otras autoras, la altura que podría haber alcanzado esta torre sería de 11`2 metros.
Según estas autoras, para la época musulmana, el estudio de numerosos monumentos confirma el uso del codo ma`muni, que es el patrón métrico más común en Al-Andalus, denominado así por Ibn Luyun e inventado por el califa de Bagdad al-Ma`mun. Equivale a 0`45 metros actuales.
Utilizando este patrón, la conversión de todas las medidas de tapial, muros, planta y altura de la torre se ha hecho tratando de ver si existe una proporcionalidad. En los cálculos se ha tendido a considerar números enteros, ya que el paso del tiempo puede haber alterado las medidas originales, resultando más fácil de relacionar para establecer conclusiones:
- Grosor de los muros: 2 codos.
- Altura de la caja: 2 codos.
- Distancia entre mechinales: 1`5 codos.
- Planta: 13 x 13 codos.
- Altura posible: 25 codos.
La medida-patrón utilizada en la construcción de esta torre en particular y la serie de torres del Valle del Vinalopó de época almohade (finales del siglo XII-principios del siglo XIII) pudo muy bien ser el codo ma`muni, que se usaría para dimensionar todos los elementos de dichos edificios.
Sin embargo, esta torre en particular, como nos dice la historia, no tiene una función definida hasta que el tratado de Almizrra (1244) establece la frontera entre Castilla y Aragón. Esto indicaría que los alarifes que la edificaron eran moriscos que seguían utilizando sus tradicionales técnicas de construcción y sus propias medidas.

CLASIFICACION

La clasificación de "La Torre", según el ensayo de clasificación de los castillos españoles de Cristóbal Guitart Aparicio, podría ser la siguiente:
- Estilística: Civilización musulmana.
- Morfológica: Torre independiente:
- Atalaya o torre vigía.
- Funcional: Militar o de guarnición.
- Topográfica: Castillo montano, sobre altura de pendiente suave.
- Geográfica: Levante, con variedad general de todas las clases, sin destacar una típica; acaso los palacios fortificados.
- Cronológica: Período de fines del siglo XI hasta la segunda mitad del XIV, aproximadamente: formación del castillo militar cristiano bastante influido por el islámico, pero con elementos ultrapirenaicos como el homenaje, y religiosos (castillo-convento); pobreza y escasez de castillos señoriales. En los Estados musulmanes se siguen con mayor esplendor las alcazabas y alcázares del período anterior.



HISTORIA

Entre las rutas más conocidas e importantes de toda la península ibérica figura la Vía Augusta (la Heraclea de los iberos) que unía Roma con "Gades" (Cádiz), atravesando de norte a sur el territorio valenciano. Su itinerario sigue a grandes rasgos la misma ruta natural que ya vendría siendo empleada por los iberos y que todavía hoy sirve como espina dorsal de las comunicaciones valencianas.
La Vía Augusta, que ponía en comunicación las tierras del este y del sur de la península ibérica con Roma, capital del imperio, se bifurcaba a partir de "Ad Turres" (Fuente la Higuera) y, en concreto, en "Ad Aras", estación todavía sin localizar, pero que debe localizarse en los alrededores de La Encina, y un ramal penetraba hacia el interior peninsular, pasando por el Cerro de los Santos, en Montealegre del Castillo, donde se ha localizado "Ad Palem", mientras que otro descendía por el valle del Vinalopó camino de "Cartago Nova" (Cartagena), atravesando por "Illici" (Elche). Este segundo trayecto es el que en su recorrido surcaba el territorio de Sax).
En los momentos de la dominación romana, buena parte del actual término municipal de Sax se organiza y reparte en lotes, siguiendo un esquema regular de cuadrículas, centuriaciones estudiadas por Ponce Herrero, donde cada parcela respeta un módulo de unos 700 a 714 metros de lado aproximadamente. Con posterioridad, la pérdida de los valores del esquematismo de los agrimensores romanos, la intensa ocupación humana y las multiparcelaciones hereditarias y comerciales han desdibujado el plano regular de la primera organización de estas tierras, difuminando sus líneas maestras entre una maraña de caminos, sendas y parcelas sin orientación concreta.
Rastreando los restos todavía perceptibles de este catastro romano comprobamos como existía un eje orientado entre el pico culminante de la Sierra de Peña Rubia, al norte de Sax, y el extremo oriental de la Sierra de la Torreta, al sur del pueblo, donde se encuentran los restos de la ciudad íbero-romana del Monastil, en un punto donde el valle del Vinalopó se encaja en un estrecho portillo, de menos de 100 metros en su base, aprovechado tanto por el río como por la Autovía del Mediterráneo. Es el paso obligado entre las cuencas alta y media del Vinalopó donde, aprovechando la angostura, se levantó el embalse de Elda en el siglo XVII, y donde el ferrocarril, que no ha podido adecuarse a las curvas que describe el portillo, ha tenido que salvar la barrera orográfica con el único túnel existente en todo el trazado entre Alicante y Madrid. Es, en consecuencia, el área por donde ineludiblemente debía pasar la antigua vía romana en su trayecto hacia "Illici".
La línea trazada entre ambos puntos de referencia coincide con un antiguo e importante camino, el de "los valencianos", que en dirección NNW-SSE atraviesa los campos entre la Sierra de la Argueña, al este,y el cauce del Vinalopó, al oeste. Este camino se adapta, desde el barranco del Boquerón hasta el del Barranquet, a los restos de la posible centuriación romana y constituye, a lo largo de muchos siglos, uno de los ejes mejor conservado y con un uso más intenso a lo largo de la historia, utilización que sigue vigente en la actualidad y que ha llevado a asfaltarlo en algunos tramos. Precisamente su denominación alude al uso que de él hacían los habitantes del Reino de Valencia al atravesar las tierras castellanas de Sax, nexo de unión entre la mitad septentrional y la meridional de la provincia de Alicante (Sax se incorporó a la provincia en 1836). El camino sale del término municipal de Sax y entra en el de Petrer por el paraje denominado "El portazgo", topónimo que hace referencia a la antigua frontera.
Por su disposición e importancia, este camino reune las condiciones idóneas para tratarse de la Vía Augusta entre Sax y Elda. Además, en el punto donde atraviesa el Barranquet se encuentran restos de carriladas excavadas en la roca caliza, que parecen reforzar su posible origen romano. También este camino ha sido aprovechado en tiempos modernos como vía pecuaria.
En un lugar estratégico del "Camino de los Valencianos", donde se bifurca en dos ramales, uno que cruza el puerto de Biar, por el collado de la Peña Rubia, en dirección a Valencia por el recorrido más corto (utilizado por los caminantes y arrieros), y otro que rodea la Sierra de Peña Rubia, también en dirección a Valencia (utilizado por los carruajes), se encuentran los restos de una villa romana, en el paraje conocido como "La Torre", por los restos de una torre medieval que vigilaba y protegía esta importante vía de comunicación. Se trata de una villa rural edificada hacia la mitad del siglo I de nuestra era y que, tras un período de apogeo durante los siglos II y III, coincidente con el Alto Imperio, llega hasta mediados del siglo IV. Aseguran plenamente estas dataciones los fragmentos de cerámicas recogidos en superficie, en especial los de la "terra sigillata", así llamada por los "sellos" o marcas de alfarero que llevan impreso muchas de estas vasijas, y también por una moneda de Magencio, que ejerció su mandato del 350 al 353 después de Jesucristo. También se encuentran piedras de molino, vasijas de barro de todos tamaños y formas, tegulas enteras, restos de hormigones romanos. Recientemente se han descubierto los restos de una presa romana sobre el lecho de la rambla para canalizar el agua hacia los terrenos cultivados y fragmentos de un sarcófago paleocristiano.
Algún autor, como Ochoa Barceló, considera que esta villa romana de "La Torre" se correspondería con la estación o mansión (posada) romana de "Ad Turres" de la Vía Augusta y que otra villa romana situada en la actual Colonia de Santa Eulalia, dentro del término municipal de Sax, a unos 6 kilómetros de la anterior, se correspondería con la mansión de "Ad Aras", siendo el nexo de unión entre ambas el actual "Camino de los Valencianos".
Sin embargo, otro autor, Piqueras Haba, situa la estación de "Ad Ello" en Sax, pues si "Ello" es el yacimiento ibérico-romano-visigodo de el Monastil, en Elda, la estación que conducía hacia ella no podía estar en el mismo lugar, sino unas millas antes, lo que nos lleva a Sax, donde coincide la numeración de las millas romanas entre las estaciones del itinerario de Antonino.
Entre los actuales historiadores que tratan del período islámico hay opiniones contrapuestas sobre las vías de comunicación, ya que unos defienden la idea de que los musulmanes no hicieron sino seguir utilizando los viejos caminos heredados de los romanos, mientras que otros opinan que establecieron unos itinerarios totalmente nuevos, haciendo discurrir algunos de ellos por terrenos tan escabrosos que parece como si los árabes tuvieran pasión por cruzar montañas en lugar de aprovechar los valles.
En el siglo XI, el geógrafo árabe Al-Udri, dejó el siguiente itinerario de Murcia a Valencia, expresado por jornadas: "De la ciudad de Murcia a la ciudad de Orihuela hay una jornada; a la alquería de Aspe, una jornada; a Biar, una jornada; a la ciudad de Játiva, una jornada; a la ciudad de Valencia, una jornada".
Para el geógrafo árabe Al-Idrisi (que vivió en el siglo XII), el camino más importante era el de Valencia a Murcia, y con ellos nos revela que aquellas eran las dos ciudades más importantes de Sharq Al-Andalus. Al-Idrisi da su trayecto en millas: "De Murcia a Orihuela hay doce millas; de Orihuela a Albatera, donde está el parador hay seis millas; de Albatera al castillo de Aspe hay seis millas; al castillo de la Mola que está a orillas del Vinalopó (río de Elche) hay seis millas; al castillo de Petrel hay una etapa cuyas millas son treinta y cinco; de Petrel al castillo de Biar y castillo de Onteniente hay treinta y seis millas; de allí a la ciudad de Játiva hay treinta millas; de allí a la ciudad de Alcira del Júcar, a la orilla del río, hay once millas; de Alcira a la ciudad de Valencia hay veinte y ocho millas".
El también geógrafo árabe Al-Himyari sí que cita a Sax, que aparece con el nombre de SAGAS: "Ciudad de al-Andalus, cerca de Petrel. Es un pueblo importante y próspero. Está a poca distancia de Játiva".
Por las descripciones vistas y las localidades que se citan, vemos que los caminos árabes, en su tramo Valencia-Elche, siguen los mismos trazados de la Vía Augusta, y que el "Camino de los Valencianos", en el término municipal de Sax, era también el camino árabe, que viniendo de Elche y Aspe, cruzaba el puerto de Biar para los viajeros a pie, arrieros y jinetes, y que rodeaba la Sierra de Peña Rubia para los carruajes (en Villena y Biar se conoce este mismo camino como "Camino de Játiva"). Desde Biar continuaba por Onteniente y Játiva hasta Valencia.
Desde la Reconquista cristiana hasta el siglo XVIII, la estructura viaria española presentaba dos importantes características: interiorización y antirradialismo, que desaparecieron con el radialismo centralista introducido por los Borbones. Las comunicaciones entre Valencia y Alicante en estos siglos podían hacerse o por el camino que iba por el litoral, o por el camino de Játiva. Pero el camino de la costa no existió en sentido estricto hasta el siglo XIX, pues a menudo presentaba dificultades insalvables de tránsito. Así, la verdadera ruta hacia el sur era que le se dirigía a Játiva. A partir de Játiva salían dos caminos hacia Alicante; uno iba por el Valle de Albaida, Alcoy y Jijona; el otro por los valles de Montesa y Vinalopó. El primero, al igual que el que iba por la costa, aunque con condicionamientos de tipo físico distinto, era prácticamente intransitable en determinadas épocas del año y sólo apto para caballerías en muchos tramos hasta bien entrado el siglo XIX. El otro itinerario, hasta Murcia, se introducía en el valle de Montesa y desde Fuente la Higuera, por Villena, Sax, Elda y Monforte, se dirigía a Alicante; y desde Monforte, por Elche, Albatera y Orihuela a Murcia.
Pero este importante camino por el valle del Vinalopó entre Valencia y Alicante tenía una importante característica desde el siglo XIII hasta el siglo XIX a su paso por el término municipal de Sax: en algunos de sus tramos servía de frontera entre los Reinos de Valencia (Corona de Aragón) y de Murcia (Castilla). El puerto de Biar es citado expresamente en el tratado de Almizra (1244), para situar la frontera entre Castilla y Aragón, por lo que en esos momentos del siglo XIII tenía que ser un punto de referencia fácilmente identificable y conocido, como así es, puesto que el mojón que separa términos entre Villena, Sax y Biar está precisamente en el mismo puerto, y la línea divisoria que continúa separando los términos de Sax y Biar es la antigua frontera entre Aragón y Castilla que quedó fijada en el tratado de Almizra.
La línea fronteriza acordada en el tratado de Almizrra discrepa en poco de la trazada en Cazola, así, el descenso del límite en latitud por el litoral, fijado antes en Calpe y ahora en Aguas, por lo que la frontera meridional del reino catalanoaragonés quedaba así: Campo de Mirra, Biar, macizo de las Peñas del Cid y del Maigmó, la Peña Roja, la de Jijona, el Cabezo de Oro y la vertiente montañosa meridional del Barranco de Aguas. El emplazamiento de los castillos nos marca las zonas defendibles por ambos reinos, por lo que cabe suponer que el criterio que se siguió para el trazado de esta frontera estaba basada en las fortificaciones existentes antes del tratado, pues no se registra la creación de ninguna otra para defender la nueva división, o si el reparto se realizó por otras circunstancias. Y así, los castillos de la corona de Castilla se emplazaban en el llano: Villena, Sax y Alicante, como explicó Llobregat Conesa.
Los de reino de Aragón, en áreas montañosas y defendiendo las entradas más importantes: Almirra, dominando el valle del curso alto del Vinalopó hasta Bocairente; el de Biar, defendiendo su "puerto" y la entrada a la Hoya de Castalla; el de Castalla, gobernando su Hoya y la salida al valle del Vinalopó a la altura de Sax; y el de Jijona, cerrando el paso estrecho que conduce del llano de Alicante hacia la zona montañosa del interior.
Desde 1296 Jaime II se había apoderado, en guerra con Castilla, de gran zona del reino de Murcia tras las conquistas de Alicante, Elda, Petrel, Novelda, Elche, Crevillente, Guardamar, Callosa del Segura y Orihuela. Nuevamente, en 1300, este mismo rey realizó operaciones de conquista sobre las plazas de Lorca, Mula y Alcalá, hasta que en 1303 se hicieron gestiones para la paz general.
Para poner fin a la debatida cuestión del reino de Murcia, Jaime Ii de Aragón y Fernando IV de Castilla firman la "Sentencia de Torrellas" (8-8-1304), llegando al acuerdo de dividir el reino murciano entre las dos coronas. Según este acuerdo, Cartagena, Guardamar, Orihuela, Alicante, Elche, Novelda, Elda y la jurisdicción sobre Villena, pasarían a la corona de Aragón, mientras que sólo una parte de la zona murciana quedaría reservada para Castilla.
La sentencia arbitral de Torrellas (mapa 6) puso fin al conflicto castellano-aragonés, pero como la fijación de la línea divisoria en ella pactada era bastante ambigua, debida a cierta imprecisión geográfica por el desconocimiento exacto del curso del río Segura, fue necesaria la creación de una comisión mixta que, reunida en Elche un año después (1305), definió la frontera meridional del reino de Valencia, estableciéndose una nueva línea fronteriza por la que Aragón ganaba casi toda la ribera izquierda del Segura, toda la cuenca del Vinalopó, la región comprendida entre las mismas y más allá del Segura hasta el Mar Menor, siendo esta línea limítrofe la que venía a pasar aproximadamente por donde luego se trazó la divisoria entre las actuales provincias de Alicante y Murcia.
Durante toda la baja Edad Media, y fundamentalmente el siglo XIV, la situación geográfica de Sax, frontera entre Castilla y el Reino de Valencia, y vía de penetración de granadinos a la Corona de Aragón, y el componente humano de su población, mayoritariamente cristiano, pero rodeado por villa y lugares musulmanes en el Reino de Valencia (Elda, Petrer, Monóvar, Novelda, etc.), unido a las crisis bélicas periódicas de la Corona de Aragón con Castilla y el reino de Granada convirtieron el área del valle del Vinalopó, junto al resto de tierras situadas al sur de Jijona, en una región militarizada. Si bien, el fenómeno más punzante en estas tierras no eran ya sólo las guerras sino el constante ataque sufrido por todas las poblaciones de la frontera valenciana por parte de bandas de almogávares de aquellos reinos, tanto en tiempo de conflicto armado como de paz o de tregua. Este tipo de incursiones fronterizas, frecuentísimas durante el siglo XIV, como pone de manifiesto la documentación, tenían como único objetivo el saqueo de los campos, la ocupación de los rebaños y la captura en rehén de personas para obtener rescate por ellas. En este sentido, los castillos y torres de la comarca eran utilizados en época de conflicto bélico para proteger a la población del lugar y frenar a los invasores, en los periodos de paz, que no de tranquilidad absoluta, servían para avisar, proteger y sus fuerzas para perseguir a aquellos, valencianos o granadinos, que entraban en el valle con ánimos de obtener botín.
Un ejemplo puede ser el documento que se conserva en el Archivo de la Corona de Aragón:
- 1368, diciembre, 6, Barcelona.
Pedro IV ordena a Nicolau de Próxida, gobernador de Orihuela, que abra una investigación y castigue a aquellos que asaltaron y asesinaron a cuatro sarracenos del valle de Elda que venían del reino de Murcia a repoblarlo.
Otro ejemplo puede ser la incursión de granadinos a tierras valencianas-murcianas hacia 1370, donde en "La Fuente del Emperador", situada en el sajeño paraje de "La Torre", capturaron a dos hombres de Biar. Tropas de esta localidad persiguieron a los granadinos hasta Elda, y considerando que los sarracenos eldenses prestaron ayuda a sus correligionarios de Granada asolaron lo que pudieron del valle de Elda e intentaron saquear la población. El asunto no pasó a tragedia porque los eldenses se refugiaron en la barbacana del castillo.
Del año 1405 se una carta dirigida a los concejos de Villena y Sax por Juan Rodríguez de Salamanca, Justicia Mayor en el Reino de Murcia, instándoles a que prorrogasen por otros dos años la "hermandad" que tenían firmada con los pueblos aragoneses fronterizos para defenderse "de algunos malos omes almogávares que salteaban e furtaban los omo, así cristianos como moros".
Gaspar Escolano, en su obra "Primera Década de la historia de la insigne ciudad y Reyno de Valencia..." incide en la guerra entre Castilla y Aragón:
"...en el año mil quatrocientos veynte y nueve, que ardían en guerras las dos coronas, entraron los nuestros por Almansa a quinze de Iulio; y la quemaron. Luego, a los veynte y uno, delante de Biar huvo entre los Castellanos y Valencianos un reñido rencuento, en que murieron muchos Castellanos, y con ellos su capitán Don N. Fajardo, y se les ganó la bandera a los de Villena".
A lo largo del siglo XV continúan las escaramuzas fronterizas, de las que también hay constancia en el Archivo del Reino de Valencia, donde aparecen noticias como las siguientes:
- 1435, junio, 17, Valencia.
El baile general del reino ordena al de Biar que entregue a Gabriel Fuster y a Joan de Carrió, pelaires, un cautivo suyo que fue encontrado en la frontera de Castilla y tenía preso.
- 1437, septiembre, 26, Valencia.
Orden del baile general del reino disponiendo la reedificación del molino de Caudete, derruido en la pasada guerra con Castilla, ya que sus vecinos se veían forzados a ir a Biar y Onteniente por malos caminos y eran molestados por las gentes de Villena.
- 1448, mayo, 4, Valencia.
Carta del baile general del reino a Joan Falcó, baile de Onteniente y de Biar, para que no tenga en cuenta las franquicias de los de Villena hasta que se disponga lo contrario.
Este tipo de bandidaje en los caminos no acabó con la conquista del Reino de Granada por los Reyes Católicos. La palabra bandolero aparece durante los siglos XVI y XVII como sinónimo de delincuente, ladrón, salteador de caminos, etc. Su caldo de cultivo era una sociedad basada en la agricultura y el pastoreo, donde se producían periódicas crisis agrícolas, con aumento de la población, subida de precios, sequías y malas cosechas.
En 1575, cuando se realizan las "Relaciones Topográficas mandadas hacer por Felipe II (Año 1575)", en la relación de Sax, en la respuesta a la pregunta 23 se contesta lo siguiente:
"Yten. que esta villa tiene el agua que a menester para el riego, según la cantidad de la guerta que tiene: y para bever, tiene una fuente de muy buena agua, la qual está tres cuartos de legua desta villa, y la traen por una arcadusada, y se llama la fuente del Amparador, porque junto a la fuente ay un cerro en que está edificada una torre, y en el tiempo que los moros del Reyno de Valencia no se avían convertido y el Reyno de Granada no estaba ganado, avía gente de guarda en la dicha torre y recogían allí los caminantes que venían por el camino que por allí pasa, y a los labradores vecinos desta villa, siempre que avía nueva que venían moros de los dichos Reynos a entrar y hazer cavalgadas y cautivar cristianos".
Por lo que hemos visto, a finales del siglo XVI todavía estaba en pie la torre, cuyas piedras debieron servir en los siglos siguientes para construir las casas rurales del paraje que tomó su nombre: "La Torre".



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Autor: Vicente Vázquez Hernández



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jueves, 31 de julio de 2008

- El Censo de Fortificaciones de Alicante

Villena




  • Castillo de la Atalaya



NOMBRE: Castillo de la Atalaya
nº de Identificación: --
MUNICIPIO:VILLENA
ALTITUD: --
COMARCA:ALTO VINALOPÓ
EMPLAZAMIENTO: Colina
TIPOLOGIA:Castillo Medieval Militar
CLASIFICACION CULTURAL:Islámico Taifal
ESTADO DE CONSERVACION:Bueno

ACCESO: A este castillo llegan unas escaleras de piedra que siguen las calles de la antigua población por lo cual se puede alcanzar sin esfuerzo. No obstante, es necesario solicitar las llaves del castillo en el ayuntamiento.

RESTOS: Considerado Monumento Histórico - Artístico Nacional, este castillo ésta muy bien conservado. Su fabricación consta de dos líneas de murallas con cubos en los flancos y en algunos puntos medios. El recinto exterior presenta once lados con ocho torres circulares en los ángulos y tres torres en los puntos medios. La puerta principal al baluarte ésta situada al Norte mientras que otra más pequeña se halla al Este. La entrada al recinto interior ésta salvada por una puerta de medio punto que da frente a la población. Este segundo recinto es cuadrilátero y, al igual que el recinto exterior, posee torres circulares en sus ángulos. Por encima de la muralla de este recinto corre el camino de Ronda que comunica con las torres al cual se accede por una empinada escalera pegada a la torre del Homenaje. Dentro de este recinto se halla un patio de armas de grandes dimensiones y la majestuosa torre del Homenaje, situada al Suroeste. De planta cuadrada con muros de tres metros de espesor, consta ésta torre de cuatro cuerpos superpuestos. Los dos primeros cuerpos son de argamasa datando ambos a la época musulmana. Las cubiertas de estos dos primeros pisos son de singular importancia, pues al ser bóvedas de cañón apuntado hispano árabe, son conjuntamente con las cubiertas del castillo de Biar, el único ejemplo de este tipo de arquitectura militar en toda España. Los dos cuerpos restantes de la torre datan al siglo XV y su fábrica es de piedra de sillería. En lo más alto de ésta torre hay ocho torrecillas estilo luso castellano voladas una en cada ángulo y parte central. La entrada a ésta torre se efectúa por una pequeña puerta que se halla a dos metros de altura sobre el patio de armas en el muro oriental. Existe una puerta practicada en el primer piso de la torre que daba paso al camino de Ronda a través de una pequeña escalera de molinero que era retirada en caso de peligro. Cerca de la puerta de entrada a la torre se halla el aljibe.

DATOS HISTORICOS: El origen de este castillo todavía queda pendiente de estudios arqueológicos definitivos, pero es posible que los primeros en edificar el baluarte fueran los romanos, reconstuyéndolo más tarde los árabes. En cualquier caso, fueron los aragoneses y catalanes los primeros en intentar arrebatirlo a estos últimos en 1239 bajo el mando del vizconde de Cardona. Fracasado el intento, hubieron dos ataques nuevos, el segundo, liderado por el comendador de Alcañiz al frente de la Orden de Calatrava y almogávares en 1240, lograron la capitulación de los defensores árabes al enviar estos emisarios a Jaime I manifestando que si él mismo lo mandaba, entregarían la villa y su castillo al comendador. Así se hizo, y el castillo se rindió a los freires de Calatrava. No obstante, en cumplimiento con los pactos anteriores con la corona castellana que enclavaba Villena en el Reino moro de Murcia, Jaime I ordenó a los caballeros de Calatrava que guardasen la nueva conquista en nombre del rey Fernando III de Castilla.

Tras unos desacuerdos sobre la división de los terrenos que podrían ser conquistados por cada corona originados cuando el monarca castellano intento apoderarse de Játiva y Alcira, se firmo el tratado de Almizrra, hoy Campo de Mirra, en 1244 entre el infante castellano Alfonso y Jaime I. Con este acuerdo, quedo Villena y su castillo definitivamente bajo la corona castellana. El infante Alfonso dono estos territorios a su hermano el infante Manuel, que tomo posesión de su señorío. Más tarde, en 1261, los excesos del infante Manuel provoco una sublevación morisca que se extendió a todo el Reino de Murcia, dominado ya por Castilla. Alfonso X el Sabio de Castilla solicito la ayuda de su suegro Jaime I el Conquistador, que en 1264 acudió y logro pacificar la región, entregándola al monarca castellano.

Pasaron treinta y dos años hasta que en 1296 hubo una nueva rectificación de los límites territoriales y, tras un arbitraje, pasaron varias poblaciones de ésta zona a la demarcación valenciana, quedándose Villena en manos castellanas. No obstante, fue Alfonso IV el Benigno de Aragón quien otorgó al hijo heredero del infante Manuel, Juan Manuel, el titulo de Principe de Villena en 1333, confirmado por Pedro IV el Ceremonioso de Aragón. Juan Manuel fue hombre de letras y gran escritor de la época. Fue él quien ordenó las obras de mejora en el castillo para poder mejor defender a la hija de Jaime II, Constanza de Aragón, con la que caso en segundas nupcias, y que habito el castillo antes de consumarse el matrimonio debido a su corta edad.

El señorío fue heredado por Juana Manuel que casó con Enrique II de Trastámara y este dono Villena y su castillo al nieto de Jaime II de Valencia, Alfonso de Aragón, conde de Denia y duque de Gandia. Fue entonces cuando se creó el marquesado de Villena, el primer de ésta clase instituido en Castilla. El hijo segundogénito de Alfonso de Aragón, Pedro, casó con una hija de Enrique II. Al no pagar la dote convenida, este rey confisco el señorío y Alfonso de Aragón murió sin que su nieto, Enrique de Villena, el "Astrólogo" pudiese disfrutar del señorío. Así volvieron las "antiguas tierras de don Juan" a la Corona, fundando con ellas Enrique II el ducado de Villena para la infanta Maria. Esta perdió el ducado a contratar matrimonio con AlfonsoV el Magnánimo de Aragón quien había sido nombrado heredero de la corona aragonesa.

Más adelante, al casarse la infanta Catalina, hija de Enrique II con el turbulento hijo de Fernando de Antequera, Enrique de Aragón, este último consiguió que se le entregase en dote el ducado de Villena. Enrique II se levanto en armas en contra del rey Juan II de Castilla siendo derrotado en la batalla de Olmedo, quedando confiscadas sus posesiones en Villena incorporadas de nuevo al patrimonio real.

Durante un tiempo breve, perteneció Villena y su castillo al doctor Pedro Yáñez, oidor y referendario real, hasta que en 1445, por petición del infante Enrique, luego Enrique IV, Juan II otorgó el marquesado, ya no ducado, a Juan Pacheco quien mando construir el cuerpo superior de la torre del Homenaje y revistió las murallas. Al ser investido maestre de Santiago en 1467, este cedió el marquesado a Diego López Pacheco.

En 1476 se sublevaron los habitantes de Villena en contra de Diego López Pacheco por defender los derechos de Juana, conocida por "la Beltrajena" en contra de Isabel I la Católica, perdió la mayoría de su marquesado, Villena entre ellas, aunque conservo el titulo. La revuelta tuvo como consecuencia la muerte de judíos y conversos que se habían refugiado en el castillo bajo la protección de Pedro Pacheco, familiar del marques. Los sublevados nombraron dueño de la fortaleza a Juan Rois de Corella, conde de Cocentaina. Los Reyes Católicos decidieron incorporar el marquesado a la corona definitivamente.

Durante la rebelión de los agermanados valencianos, Villena fue punto muy estratégico, refugiándose en el Diego Hurtado de Mendoza, virrey de Valencia tras su derrota en la batalla de Gandia.

En la guerra de la Sucesión, el papel de este castillo fue poco menos que decisivo, librándose la ultima batalla de este conflicto en los campos vecinos de Almansa. Durante ésta misma guerra se resistieron unos cincuenta partidarios de Felipe V los ataques de las fuerzas del archiduque Carlos de Austria, las cuales asidiaron el castillo durante ocho días sin lograr su rendición.

En 1811, durante la guerra de la Independencia contra Napoleón, el mariscal francés Suchet intentando tomar la fortaleza, defendida por los soldados del regimiento Vélez - Málaga, ordenó volar dos bóvedas musulmanas de la torre del Homenaje y otras partes del castillo sin conseguir ocuparlo. Las reparaciones de las bóvedas no se llevaron a cabo hasta 1958, siendo decretado Monumento Histórico - Artístico nacional el 5 de junio de 1931.
BIBLIOGRAFIA: --
- Azuar Ruiz, Rafael.- "Castellología Medieval Alicantina. Area Meridional" 1981.

- Soler García, José María.- "Villena. Prehistoria, Historia, Monumentos" pags. 137-140

  • El Castellar
NOMBRE: El Castellar
nº de Identificación: --
MUNICIPIO: VILLENA
ALTITUD: --
COMARCA:ALTO VINALOPÓ
EMPLAZAMIENTO: Borde de Meseta sobre Valle
TIPOLOGIA: Recinto Amurallado
CLASIFICACION CULTURAL: --
ESTADO DE CONSERVACION: Ruina Progresiva
DATOS HISTORICOS: --
BIBLIOGRAFIA: --

  • Las Moratillas
NOMBRE: Las Moratillas
nº de Identificación: --
MUNICIPIO:VILLENA
ALTITUD: --
COMARCA: ALTO VINALOPÓ
EMPLAZAMIENTO:Llano
TIPOLOGIA: Casa Fuerte
CLASIFICACION CULTURAL: --
ESTADO DE CONSERVACION: --
DATOS HISTORICOS: --
BIBLIOGRAFIA: --

martes, 17 de junio de 2008

Alfafara

  • Torre de Alfafara

NOMBRE: Alfafara
nº de Identificación:
MUNICIPIO: ALFAFARA
ALTITUD: --
COMARCA: EL CONTAT
EMPLAZAMIENTO: --
TIPOLOGIA: Torre
CLASIFICACION CULTURAL: --
ESTADO DE CONSERVACION: --
DATOS HISTORICOS: --
BIBLIOGRAFIA: --

Alcoy

  • Castillo de Barchell

NOMBRE: Barchell
nº de Identificación:A/107
MUNICIPIO:ALCOY
ALTITUD:768
COMARCA:ALACANTÍ
EMPLAZAMIENTO:Colina
TIPOLOGIA:Castillo Medieval Militar
CLASIFICACION CULTURAL:Cristiano Bajomedieval Siglo XIV
ESTADO DE CONSERVACION:Ruina Progresiva
BIBLIOGRAFIA:
- José María Segura Martí y J.Torró Abad.- "Torres i Castells de l´Alcoia-Comtat"



- Anales de la Universidad de Alicante. Historia Medieval nº1 1982.- "los Castillos Musulmanes del Norte de la Provincia de Alicante" Pierre Guichard


- Rafael Azuar.- Castillos de la Comunidad Valenciana" 1997

SITUACION: El caserío de Barchell se encuentra por la carretera comarcal C-3313 ente Alcoy y Bañeres a unos 6 kilómetros de Alcoy. El castillo se alza sobre un pequeño montículo cerca de la carretera a mano izquierda si se va hacia Bañeres.

ACCESO: Viendo el castillo desde la carretera, fácilmente se encuentra un camino de tierra que conduce hacia el. Este camino se bifurca, por la derecha se encuentra la ermita de Barchell, por la izquierda existe el camino que conduce inmediatamente al castillo y al barranco de "Els Canalons". El castillo es de propiedad particular, siendo necesario solicitar permiso para visitarlo.

RESTOS: Distribuidos por toda la cima del montículo se encuentran restos de lo que fueron las murallas del recinto. La torre del Homenaje, lo más significativo de esta fortaleza, es de planta rectangular y de una altura de 18 a 20 metros con varias aspilleras. Junto a la torre existen altos muros aspillerados que forman el patio interior de una masía construida con posterioridad, es aquí donde se encuentra la puerta de acceso a la torre que es de arco de medio punto.

HISTORIA: De origen musulmán, construido para la defensa de la población constituida por una alquería en tiempos de la conquista. Fue donado por Jaime I a los caballeros Fortunio Pérez de Falces y Garces Citina, en 1249.

Posteriormente, en junio de 1258, coincidiendo con el fin de la primer sublevación de Al-Azraq, el mismo rey concede casas y tierras en la alquería de Barchell a Rodrigo Sanchez de Ayvar. En 1321 era alcaide de este castillo Berenguer Blanch. En 1338, el conde de Terranova y su esposa, Margarita de Lauria, adquirieron la alquería. Más tarde, en 1467, son los jurados de Alcoy los que la compran.

Fue importante durante la guerra de la Sucesión.

CURIOSIDADES: Dentro del recinto de la antigua fortaleza, destaca un gran pino que caracteriza este castillo visible desde la carretera.

Continuando por el camino que lleva al castillo, existe una bonita excursión por esos parajes recorriendo el barranco de "Els Canalons". Antes de llegar a dicho barranco hay a la derecha una gran balsa denominada "del marqués" por pertenecer estas tierras al marqués de Montortal. Continuando el camino hacia abajo se llega al río y siguiendo su curso, se aprecia en lo alto de la montaña, la gran cueva de "Els Canalons" de relativa facilidad de acceso. Más adelante se encuentran pequeños saltos de agua formando algunas balsas.


  • Murallas de Alcoy


NOMBRE: Murallas
nº de Identificación:
MUNICIPIO: ALCOY
ALTITUD: 540
COMARCA: ALACANTÍ
EMPLAZAMIENTO: Llano
TIPOLOGIA: Recinto Amurallado
CLASIFICACION CULTURAL: Cristiano Bajomedieval Siglo XIV
ESTADO DE CONSERVACION: Ruina Progresiva
BIBLIOGRAFIA:
- Juan Mateo Box.- Historia de los castillos de la Provincia de Alicante" 1953 Alicante.



- José María Segura Martí y J.Torró Abad.- "Torres i Castells de l´Alcoia-Comtat"



- Torró J.- "Alcoi una fondació" 1996

Alcolecha

  • Palacio de Malferit
NOMBRE: Palacio de Malferit
nº de Identificación:
MUNICIPIO: ALCOLECHA
ALTITUD: 739
COMARCA: ALACANTÍ
EMPLAZAMIENTO: Llano
TIPOLOGIA: Torre
CLASIFICACION CULTURAL: Moderno Siglo XVI - XVII
ESTADO DE CONSERVACION: Bueno
BIBLIOGRAFIA:
- José María Segura Martí y J.Torró Abad.
- "Torres i Castells de l´Alcoia-Comtat"
- Varela S.- Revista Castells n°6


SITUACION: Alcolecha se encuentra entre Penáguila y Benasau. Existen varios caminos que conducen a esta población. El más cómodo es por la carretera local que enlaza con la carretera comarcal C-3313 pasando Benasau si se viene de Alcoy. No obstante, también se puede llegar tomando la carretera local que une Torremanzanas, Benifallim y Penáguila y que tiene su origen a pocos kilómetros al norte de Jijona. El palacio se encuentra en el mismo casco urbano junto a la iglesia.

ACCESO: Se encuentra en el centro urbano, por lo que su acceso es sumamente fácil.

RESTOS: Quedan de este palacio fortificado, varios muros y una torre circular ataluada en su base. Su fábrica es de mampostería y tiene un cubierta cónica de tejas. Existía otra torre que fue derruída en el siglo pasado.

HISTORIA: Forma parte del palacio construido en el siglo XVI por la familia Fenollar. En 1522, era señor del lugar de Alcolecha el Magnifico Mosén Pedro Fenollar.

Posteriormente, ostentaron la posesión de este palacio los marqueses de Malferit, cuyo primer titular fue Jacinto de Roca y Malferit.